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Una vulgar mentira.

Una ardilla decidió abrir una cuenta en una prestigiosa red social. Entonces, un cuervo que siempre la veía desde una rama y ni siquiera le saludaba le envió una solicitud de amistad. Posteriormente, vio que un coyote había posteado su relación perfecta con una conejita, y un conejo casado le envió un mensaje personal invitándola a salir, mientras que su esposa publicaba lo feliz que era su vida al lado de su esposo. La tía Clemencia la bloqueó solo porque posteó algo que, según ella, era una indirecta, y su prima Rebeca, que hablaba muy mal de ella, le comentó: Felicidades, hermosa. Después de publicar una foto con filtros, a las que no tenían filtros nadie les mostraba interés. Posteriormente, la ardilla mostró todas las bellotas que había recolectado gracias al trabajo duro, pero en las redes la tacharon de presumida. Entonces, la ardilla comprobó que la mayoría de las personas en las redes sociales no son más que una vulgar mentira.


ardilla

Moraleja: Siempre sé auténtico en cualquier ámbito de tu vida.

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