Un joven se acercó al sabio que vivía en las montañas y le dijo: ¿Puedes enseñarme algo?
Sí, respondió el sabio, acompáñame a vigilar a la serpiente que se encuentra encerrada en la jaula de 32 varillas, debes saber que está siempre lista para morder y envenenar a los que te rodean y, apenas abras la jaula, debes tener cuidado, ya que es difícil controlarla y si no la vigilas bien, puede hacer mucho daño.
El joven se sentó sin preguntar, después de un tiempo, se levantó y exclamó: ¡Vaya pérdida de tiempo! Y se retiró, al regresar al pueblo, el chico les contó que en la cima de la montaña vivía un viejo loco que alucinaba cuidar una serpiente.
Una anciana que lo escuchó se acercó y le preguntó: ¿Acaso te dijo el nombre de aquella serpiente? "No", respondió el joven. "Se llama lengua", dijo la anciana, deberías cuidarla.
Moraleja: Cuida tu lengua, podrías hacer mucho daño