Crezco rápido

Crezco rápido, dijo un niño a sus padres, más rápido de lo que crees. ¿Acaso no te has dado cuenta de que no siempre seré un niño? Algún día no me levantaré más por las noches llorando porque tengo miedo, o que pronto no necesitaré que me cargues cuando paseamos. ¿No has pensado que cuando me quedo dormido y me abrazas para llevarme a mi camita es uno de los momentos más felices de mi vida? Pronto creceré y ya no tendrás que limpiar mi carita llena de chocolate o de helado, lo que te hace tanta gracia. Si lloro o me enfado porque no me das lo que quiero, ten paciencia. Estoy aprendiendo y formando mi propio carácter. No me grites ni pegues por ello, mejor dame uno de esos besos mágicos que lo arreglan todo. No seré pequeño siempre, pero te aseguro que cuando crezca, te seguiré queriendo.

Moraleja: a pesar de crecer y volverse más independientes, el amor entre padres e hijos perdura a lo largo de la vida.